¿Alguna vez habéis hecho una receta y por saltaros un paso o no tener algún ingrediente no os ha salido como realmente aparecía en la foto de vuestro libro de recetas? En la vida en general todo tiene una serie de pasos y hay que cumplirlos o seguramente el resultado final no sea el adecuado o el que esperábamos.
De la misma forma ocurre con el desarrollo motor de nuestro pequeños/as.
El bebé pasa por una serie de fases en su desarrollo motor desde que nace hasta que alcanza su verticalidad completa.
Recién nacido su posición será, la posición fetal, la cual sigue estando cuando le sostenemos en brazos, cuando se le da el pecho o biberón, al portearlo…
Una vez pasada esta fase el bebé comienza a coger más fuerza en su musculatura al ir sosteniendo la cabeza poco a poco, cada vez más tiempo y con mayor estabilidad. A partir de esta fase a irá activando y fortaleciendo nuevas partes de su cuerpo, como es el abdomen y la espalda, ya que comenzará con los volteos de boca arriba a boca abajo primeramente y viceversa algo más tarde (esto es lo normal, pero hay bebés que pueden comenzar a voltear de boca abajo a boca arriba antes, no pasa nada).Cuando se encuentren boca abajo irán elevando su cabeza para poder ver más a su alrededor y conocer mejor el espacio y los objetos que le rodean, y de esta forma fijarse en el objeto que desea y estás al alcance de si vista para más tarde poder alcanzarlo con las manos. Y así hasta llegar a reptar, cuando tenga suficiente fuerza en su apoyo de codos en el suelo. Posteriormente apoyará sus manos y rodillas adoptando la posición de “cuadrupedia” para, de esta forma, comenzar a desplazarse a través del gateo.
Y de manera encadenada, al conseguir el gateo por sí solo descubre que se puede sentar dejando caer su culete a un lado u otro, lo que le lleva a ponerse de rodillas y buscar un apoyo con sus manos para con la fuerza de este apoyo, lograr poner un pie sobre el suelo, después el otro y comenzar con la marcha lateral (de lado con apoyo) hasta finalmente conseguir la marcha hacia delante y por tanto acabar caminando.
EL BEBÉ NECESITA PASAR POR TODAS LAS FASES. ¿Por qué?
Como habéis podido leer en el párrafo anterior la evolución en el desarrollo motor del niño/a va en cadena, toda fase depende de la anterior y todos estos pasos son los que asientan el desarrollo posterior del niño/a , ya que cada paso supone la maduración y conexiones neuronales en diferentes áreas del cerebro del niño/a que en el futuro participarán en el aprendizaje de la lectura, escritura, cálculo… Es decir, al pasar por todas las fases del desarrollo se habrán conseguido mayores conexiones neuronales y, por tanto, los canales por los que viaja la información por nuestro cerebro estarán mejor “construidos” y de esta forma ambos hemisferios del cerebro estarán más y mejor conectados.
No hay que tener prisa en que el bebé consiga llegar a una fase antes o después, esto es la carrera de la vida y el que hace trampas como en cualquier otra carrera, suele ser pillado, descalificado y por tanto perder. De igual forma unos necesitan entrenar más que otros para competir, lo mismo ocurre en la evolución motriz, cada bebé lleva su ritmo y hay que respetarlo, ayudarles con estimulación, pero no hacerlo por ellos. Cada aprendizaje lleva un tiempo de interiorización para conseguir un dominio del cuerpo.
Es verdad que si el bebé, por sí solo, se salta alguna fase, es decir pase de la reptar a caminar directamente, por ejemplo, como hay casos, no quiere decir que vaya a tener problemas graves en su futuro, pero sí puede tener que hacer mayores esfuerzos para conseguir sus objetivos en el colegio, tener problemas a la hora de gestionar sus emociones… Ya que su cuerpo ha tenido menor de tiempo de exploración con el espacio, con los objetos e incluso consigo mismo y por tanto las áreas de su cerebro no desarrolladas por completo entre sus 0 y 12 meses, tendrán que ir desarrollándose posteriormente.
Además de lo cognitivo, también puede acarrear problemas físicos el forzar a los bebés a conseguir alguna postura para la que aún no están maduros, ya que su columna, por ejemplo, puede sufrir daños si adopta la posición de sentado si aún no tiene desarrollada esta o sufrir algún accidente doméstico por ponerles sobre tacatás u otros utensilios que fuerzan el caminar, ya que sus pies no llegan al suelo y al no tener un apoyo seguro pueden volcar causándose graves daños.
Este puede ser otro post interesante, hablar sobre los mitos y realidades sobre el uso de andadores, arneses y tacatás. Continuará… 😊