Amor, alimento y descanso, son los pilares básicos que sostienen nuestra vida, en la primera infancia más que nunca. Hoy os hablamos la importancia del sueño infantil y sobre cómo debe dormir un bebé recién nacido.

Durante sus primeros meses en el mundo, el bebé va a pasar un 70% de su vida durmiendo. La naturaleza dedica tanto tiempo al sueño por una razón, el desarrollo del ser humano es perinatal. Es decir, su cerebro, su sistema nervioso central, sus pulmones y su sistema termorregulador aún no están formados del todo cuando nace, completarán su desarrollo ya fuera de la tripita de su mamá. Durante esta etapa, el bebé pasará entre 14 y 17 horas diarias durmiendo, por lo que es muy importante asegurar un entorno adecuado y seguro para su descanso.

A tu lado y con un ambiente confortable

Nuestro bebé necesita sentirse protegido. Esta es una de  las razones por las que se despierta, además del hambre. También lo puede hacer por estar incómodo al notar  demasiado calor o cuando el pañal está para cambiar.

Para evitar el estrés térmico, así como la obstrucción parcial  o total de las vías respiratorias de los niños menores de  dos años, el Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI) recomienda mantener la temperatura ambiente de la  habitación del lactante los 21 y 22 grados y evitar la creación de barreras térmicas con ropa, mantas o colchones que no evacuen adecuadamente el calor sobrante.

Otro factor que deberemos tener en cuenta es la humedad, la mantendremos entre un 60 y 70%. Del mismo modo, ventilaremos la habitación todos los días. Si estamos en verano, recurriremos al aire acondicionado para refrescar un  tiempo antes de que nuestro pequeño vaya a la cama y lo  apagaremos mientras duerme con el fin de que no se resequen sus mucosas y complicar la respiración.

¿Qué pasa mientras tu bebé duerme?

Como comentábamos anteriormente, el sueño es  fundamental para el desarrollo de nuestro pequeño. Pero,  ¿Qué pasa mientras duerme? Las horas de sueño favorecen la  segregación de mayor cantidad de hormona de crecimiento. Además, se madura el sistema nervioso, imprescindible para  un adecuado desarrollo emocional. Se regula el crecimiento  de sus órganos y se fomenta el desarrollo de la memoria y  por tanto, la predisposición para el aprendizaje.

También aumenta la facilidad para hablar y asimilar el  lenguaje. Los bebés recargan energía y eso les ayuda a  permanecer atentos ante los estímulos externos. Se mejora el estado de ánimo y reduce la propensión a problemas de  irritabilidad. El recién nacido fortalece el sistema inmunológico y previene problemas metabólicos como el sobrepeso y la  obesidad infantil.

Rutinas de sueño

Poco a poco irán pasando más tiempo despiertos, por lo que  será importante incorporar una rutina de sueño para que nuestros hijos entiendan cuándo ha llegado el momento de  dormir. Deberemos evitar que la rutina de sueño escogida  sea demasiado larga o que el hecho de llevarla a cabo sea poco práctico. Con el paso de los meses iremos conociendo  cómo es el sueño de nuestro bebé durante su primer año de  vida.

Cada bebé es un mundo y con el paso de las semanas, los  padres llegarán a entender las necesidades de su bebé. Como  rutina se puede empezar con un baño calentito y relajante,  además de un masaje. Tras ello, el bebé puede cenar en un  ambiente tranquilo y seguir algún método como las caricias, cuentos o canción de cuna para que tu hijo identifique el  momento de dormir.

Cómo debe dormir tu hijo

Además de crear una rutina, hay una serie de  recomendaciones a la hora de dormir al recién nacido:

  • La temperatura ambiente y del propio niño. Es importante, por lo que no se le debe abrigar demasiado.
  • La postura también es muy importante, ya que con ella se puede evitar el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Los expertos recomiendan acostarlos boca arriba,  sobre su espalda, con la cabeza hacia un lado.
  • Se debe prestar especial atención a la elección del colchón. Elige uno firme, muy transpirable y que tenga todos los certificados de calidad que avalen que es seguro para tu bebé.
  • A la hora de dormir, la cuna del bebé debe estar despejada, sin almohadas ni objetos como peluches o juguetes cercanos a su cara.
  • El ambiente debe estar libre de humo, es decir, no se debe fumar en aquellas estancias donde el bebé descansa.
  • Se le puede acostar con chupete siempre que el bebé lo acepte y la lactancia materna está firmemente establecida para no entorpecerla.

Ahora ya sabes cómo debe dormir tu bebé y lo importante que es el sueño para su desarrollo. La cuna es el lugar en el que más tiempo va a pasar durante sus primeros años en el mundo. Por este motivo debemos ser conscientes de la importancia del colchón, y dedicar el mismo tiempo y cuidado al elegirlo como ya hacemos con otros artículos como el carrito de paseo o la sillita del coche.

¡Felices sueños, familia!

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