Es así. Nunca somos conscientes de lo afortunados que somos, o no sabemos apreciar la vida como se merece, hasta que pasamos por una etapa de sufrimiento que nos hacen plantearnos todo. Pero, ¿por qué no sabemos apreciar las cosas sin tener que llegar a esa parte desagradable ? ¿Por qué no saboreamos cada segundo, cada instante? Raquel Villaescula, doula, explica que, incluso, llegamos a vivir la maternidad de forma desnaturalizada, en una sociedad de consumo que nos absorbe. Si quieres conocer más sobre este tema, apúntate a nuestro taller gratuito.
Me llamo Raquel Villaescusa. Nací en Madrid allá por 1972 en un parto hospitalario, cuando ya casi nadie nacía en casa. Crecí, como pude, y mi espíritu creativo y curioso me llevó por los caminos de la comunicación, profesional y personalmente.
Años después tuve a Carla, también por parto hospitalario. Pasé por un embarazo nada consciente, durante el cual estaba segura de que todo iba bien. Pero mi hija me sacó del error desde el momento de su nacimiento, desarrollando episodios incalificables por la medicina tradicional hasta que, a los tres años, comenzaron las autolesiones. Y ahora debo darle las gracias porque, buscando ayuda para ella, me encontré conmigo misma por fin, y mientras le ayudaba descubrí el magnífico regalo de vivir de verdad y ofrecer la verdad a los que me rodean, una verdad tranquila, asumiendo defectos, errores y virtudes, reconociendo que la vida fluye y disfrutando de los cambios. En suma, creciendo, descubriendo la felicidad y haciendo partícipes de ella a mi lúcida hija, a mi incondicional compañero de vida y desde hace dos magníficos años a mi hijo Luca, una nueva, y también lúcida luz en nuestras vidas.
Desde entonces lo que quiero es poder ayudar a otras mujeres a descubrir todo esto y, si es posible, ahorrarles la parte desagradable del proceso, sin perderse en la catarsis de descubrir que nuestra vida, tal y cómo nos la han planteado, se basa en un error conceptual. Y es que vivimos en un mundo desnaturalizado e inmerso en la velocidad, la competitividad y la especialización en el que generar necesidades y satisfacerlas se ha convertido en nuestro objetivo fundamental. Estamos en una sociedad de consumo que nos absorbe y no nos permite pensar. Funcionamos en automático, ajenos a la realidad, desconectados de nuestra consciencia y con la escucha desactivada, y así, poco a poco, perdemos la conexión con nuestro yo y con nuestras capacidades innatas, las que tenemos solo por el hecho de ser humanos. Nos deshumanizamos hasta el punto de no confiar en nuestro instinto y depender de otros hasta para lo más básico. Y es ahí donde la mujer ha perdido su instinto maternal, viviendo embarazo y crianza de una manera ajena y en manos del aparato sanitario casi exclusivamente, un sistema donde las carencias de apoyo emocional e información son más que notables, donde la vida, natural, desde el vínculo, el respeto y el amor y la confianza en uno mismo casi desaparece.
Por ello, y aunque mi profesión siempre ha sido y sigue siendo la comunicación audiovisual y el marketing, que desarrollo desde 1996 en RTVE, me convertí en doula, acompañante de la maternidad y la crianza, especializándome más tarde en duelo por pérdida perinatal y neonatal, y en coach familiar sistémico, pera seguir acompañando a familias en el maravilloso viaje de la crianza. Y he tenido el inmenso privilegio de recibir formación de la mano de los mejores especialistas en cada uno de los aspectos de la maternidad, la crianza y la familia.
Para ello, primero de forma inconsciente y después con una búsqueda activa, he transitado por la crianza consciente y el vínculo afectivo y respetuoso, en un viaje a lo más íntimo del corazón femenino, un recorrido por el arte de ‘acompañar’ en el camino de la maternidad, por los periodos preciosos y sensibles de la vida en los que se establecen los vínculos sagrados con la vida, con el universo. Es la presencia consciente en el hecho sagrado de ser mujer.
Soy doula, acompañante emocional e informativa de la maternidad en todas sus etapas. También soy coach familiar, y te acompaño en la gestión de tus conflictos aportándote para que resuelvas desde ti, cuando estés preparado. Podría definirme como facilitadora de la gestión de conflictos en los momentos de crisis durante la evolución y el crecimiento personal.
Te acompaño, si tú quieres, si así lo sientes, en esos momentos de la vida en los que nos apremia la necesidad de cambiar, de vivir con consciencia, con respeto, con vínculo, con apego, con amor infinito, hacia nosotros o hacia los nuestros. Desde ahí te aportaré herramientas para que busques en tu interior y encuentres la solución. A mi lado descubrirás que todo está en ti, cuando llegue tu momento. Porque la familia es lo más precioso que tenemos y nuestros hijos son el futuro. ¡Cuidémosles y respetémosles!
Apúntate a nuestro taller gratuito, el próximo viernes 22 de junio.
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¡Porque si tú no estás bien los que te rodean tampoco lo estarán!