A ver os voy a poner una pregunta ….
Imaginaros que os dicen que de vuestra bici van a quitar la parte que creáis menso necesaria, ¿Cuál diríais? El manillar, las ruedas, los frenos o la luz de visibilidad en carretera. ¿Ninguna verdad? Porque solo con una que retiráramos la bici no nos valdría y se convertiría en un medio de transporte peligroso. Así que mejor nos quedamos con la bici tal y como la conocemos.
Pues algo así se podría decir que pasa con las emociones, ¿Os podéis imaginar un mundo sin que nadie sintiera ninguna emoción? Las EMOCIONES son un comportamiento que ocurre en nosotros cuando surge alguna situación. Son generadas por las amígdalas las cuales se encuentras en ambos hemisferios del cerebro y están siempre acompañadas de los ganglios basales encargados de la generación de emociones y del aprendizaje cognitivo . Y hasta aquí mis grandes conocimientos sobre la anatomía del cerebro.
Vamos a lo que se me da mejor que es la educación y la relación que puede tener esta con las emociones. Emociones hay muchas pero las englobamos en 4 como bien enseña nuestro amigo el monstruo de colores en su cuento : Miedo, alegría y tristeza.
Las emociones son básicas para que el ser humano pueda sobrevivir, sobre todo el miedo es una de la más potentes para lograr esto, ya que, por ejemplo si nos perdemos en la montaña por el miedo a que nos pase algo, a morir de hambre o deshidratarnos somos capaces de crear recursos o conseguirlos de las maneras más recónditas para poder sobrevivir. Por esta razón los niños que viven en familias o zonas de conflicto donde les apodera el miedo, es mucho más probable que sean más impulsivos para poder actuar rápidamente ante un peligro, lo que a su vez también les puede hacer más conflictivos.
Por tanto, ¿Qué consecuencias tiene esto para la educación en las aulas? Cualquier aprendizaje que se haga recibiendo algún tipo de emoción, hará que dicho aprendizaje penetre mucho mejor en el cerebro y además se recuerde de manera más fácil, y de esta forma se pueda recurrir a este aprendizaje cuando los niños se encuentren en una situación similar. Cuando se aprende sin que lo que se enseñan este asociado a alguna emoción es muy fácil que se olvide rápidamente porque no ha causado una sensación placentera y no cree que pueda servirle para alguna situación en concreto.
Es decir, un niñ@ sentado en un pupitre 8 horas lectivas nada más que atendiendo a las palabras del profesor y a la pizarra no va a crear ninguna emoción en ellos, bueno si, quizá el aburrimiento, pero sabemos muy bien que lo que nos aburre no nos atrae ¿verdad? Pues a los niñ@s menos aún. Así que esta claro que esta manera de enseñar / aprender no es la más adecuada.
El niñ@ tiene que ser partícipe de su aprendizaje, si lo que estaba escuchando aburrido desde su pupitre sin comprender nada, ( muy posiblemente, ya que dejó de atender hace mucho tiempo con interés) lo trasladamos a una mesa en la que haya botellas de diferentes capacidades, un embudo, un vaso y un barreño de agua y con esos materiales aprender las medidas de litros, ml, cl… El niñ@ va a estar más concentrado e interesado, va a controlar como echar el agua en cada botella e identificicar de la cantidad de agua que puede contener cada una¿Cuántos litros? ¿Cuántos vasos de 100ml se necesitan para llenar una botella de 1L? ¿Y de medio?
¿Alguien por aquí que odie las mates? Igual la causa está en como nos las enseñaban.
Igual no es necesario una asignatura de educación emocional como tal, o si, si tenemos un grupo de alumnos con problemas relacionales, sociales, afectivos … Pero desde luego lo que nos demuestra la Ciencia y lo estudios que hay sobre el cerebro es que hay que “ENSEÑAR CON EMOCIÓN”.
Anteriormente he dicho que el miedo tiene mucho poder en nosotros, esto es verdad, por ello si nos ponemos también podemos aprender a través del miedo , el típico: “Si no acabas los ejercicios 3,4,5 no saldrás al recreo”, pues puede ser que haya algún alumno en el que funcione o le motive, pero lo que esta claro es que no es la solución ni la mejor ayuda. De hecho estamos minando su autoestima, su libertad y la confianza en sí mismo , lo que puede provocar en el futuro una desmotivación y abandono escolar por completo. Si educamos a través de la ALEGRIA y de manera placentera , estaremos dejando huella en el cerebro de nuestros alumnos e hijos, y haremos que sigan teniendo ganas de seguir aprendiendo.
¿Y tú cómo educas?