Hoy voy a hablar de un tema que ha sido todo un reto para mí “feminismo e igualdad en el deporte”, un tema delicado que es desde mi punto de vista es difícil de tratar ya que, bueno como con mucho temas , hay personas que se pueden sentir ofendidos, no identificados, dolidos…Pero me propusieron desde el equipo de MAMIfit escribir sobre este tema y aunque como he dicho era un reto… Oye, lo que me gusta a mí un reto, no podía decir NO.
Esta semana se celebra la semana de la mujer en especial el día 8 de Marzo y queríamos enfocar el tema en el deporte, DEPORTE Y MUJER. Feminismo en el deporte
¿Está la mujer aceptada en la práctica de todos los deportes?
Creo sinceramente que se ha avanzado y mejorado mucho en temas de igualdad en el deporte en los últimos años, si hacemos memoria de cuando muchas de nosotras de pequeñas no podíamos jugar al fútbol en el colegio porque no nos dejaban en el equipo de chicos y muchas veces tampoco el profesor de Educación Física, porque no íbamos a jugar al mismo nivel o no ser capaces de parar un gol en la portería. Pues yo tenía un problema con esto, si, uno gordo, porque yo siempre he sido muy lo que malamente se decía «CHICAZO».
Si, si yo no he sido de muñecas, ni cambio de cartitas en el patio del colegio, ni de apuntarme a gimnasia rítmica. Yo era de las que con la falda del uniforme corría cual loca tras la pelota, escalaba árboles, y constantemente tiraba a canasta porque era (soy) un taponcete pero mi cabezonería no me dejaba rendirme sin que la pelota pasara por el aro. ¿Y sabéis que creo que es eso? Personalidad, no dejarse llevar por lo que mi madre, compañeras, profes o la sociedad decían que era lo adecuado o lo que estaba bien hacer. Tampoco coleccionaba cartas, jugar a los tazos o los cromos del Real Madrid me «flipaba» y repito no soy chicazo, ni marimacho, ni dejada, ni poco presumida… Al contrario, me suelen esperar bastante hasta que me «pinto el ojo» para salir de casa, y esto tampoco lo hago por nada ni nadie, también por mí, porque al igual que me gusta el fútbol, me gusta verme guapa y arreglada y aunque no hiciera alguna de las dos cosas seguiría siendo mujer.
A día se hoy sigo haciendo deporte, y me siguen gustando los deportes «más de hombres» que se (mal)dice. Hasta el año pasado practicaba boxeo, con hombres y con mujeres, que cada vez más se animaban y se metían a la clase y eso me gustaba.
Evidentemente por fuerza había ejercicios que no practicábamos igual los dos sexos, y aquí creo que estamos todos de acuerdo.
Actualmente practico Crossfit cuando fue el Boom de este deporte, era mayoritariamente de hombres, si eras una mujer y se te ocurría apuntarte a un box el comentario… «Puf vaya cuerpo de tío se te va a poner» era el más normal, ahora puedo deciros que la mitad o más de la clase somos del sexo femenino y de verdad que tenemos un cuerpo normal, de mujer, solo que esta cuidado, fuerte y saludable. Y aquí sí que seas hombre o mujer cada uno lleva su ritmo, su peso, su fuerza no nos separa el sexo, al revés nos une, porque en cuanto un compañero (sea del sexo que sea) está más agotado y parece que va a abandonar nos unimos TODOS a decir” ¡Vamos, va, va, va!”.
Me gusta ver que se ha avanzado mucho, me gusta ver que a día de hoy mi sobrina decide practicar voleibol, más visto como un deporte de chicas, pero también puede elegir practicar esgrima o rugby, lo que son siempre más visto como deportes de hombres. Y sigo viendo a una niña con personalidad y con capacidad de decisión, feliz, practicando los deportes que más le gustan.
Pero lo que más me gusta es que desde el ámbito de la educación, que al final es el tema que a mi más me compete se sigue avanzando, ya no se trata de si los peques son chico o chica para ver en qué extraescolar se deben apuntar o a qué deben jugar en el patio. Que si quieren chutar un balón pueden, aunque lleven falda, que si quiere hacer ballet no será ridículo por ver a un niño con mallas , que puede que tras jugar al fútbol puede que también quiera cambiar cartitas o pegatinas y al acabar la clase de ballet el niño quiera ir a encestar a canasta. Y seguirán siendo lo mismo, niños, personas libres y con capacidad de decisión.